Muchas organizaciones piensan que, simplemente porque generan una gran cantidad de informes o tienen muchos paneles, están basadas en datos. Aunque esas actividades son parte de lo que hace una organización, por lo general miran hacia atrás. Es decir, a menudo son una declaración de hechos pasados o presentes sin mucho contexto, sin una explicación causal de por qué algo sucedió o no, y sin recomendaciones sobre qué hacer a continuación. En resumen, afirman lo sucedido pero no son prescriptivos. Como tales, tienen una ventaja limitada.
Por otro lado, el análisis prescriptivo, como modelos predictivos, implica responder preguntas relacionadas a qué, quién, cuándo, dónde y por qué, hacer predicciones, recomendaciones y contar una historia en torno a los hallazgos. Con frecuencia son un factor clave en una organización basada en datos. Esas ideas y recomendaciones, si se toman en cuenta, tienen un gran impacto potencial en la organización.
Sin embargo, dichos conocimientos requieren recopilar los datos correctos, que los datos sean confiables, el análisis sea bueno, que los conocimientos se consideren en la decisión y que impulsen acciones concretas para que se pueda realizar el potencial. Este proceso se conoce como la cadena de valor de la analítica .